Empuja los pensamientos fuera de tu mente y observa…
Has saltado la barrera del miedo, de lo no visible y te adentras en el mundo de la fluidez y la plenitud. Comienzas a percibir tu estado gaseoso y fluyes hacia tu propio destino. Es fácil si te permites imaginar otra realidad.
Te conviertes en lo que quieres, dibujas una nueva materia que surge de la fusión de diferentes tiempos y espacios y te elevas a una nueva frecuencia de posibilidades. Ábrete a una nueva visión en la que nos mostramos más ligeros de equipaje y con una sensación de gratitud inmensa.
Hemos vivido mucho tiempo de recuerdos y de sueños. Ahora somos capaces de tocar con nuestras manos las partículas de la existencia misma.