Habitamos entre la luz y la materia y hoy, es uno de esos días en los que puedes sentir como un trocito de tu alma se marcha lejos de ese espacio en el que nos manejamos de forma confortable cada día. En unas horas, una amiga y hermana del alma, estará iluminando con su sonrisa la ciudad de los rascacielos, Nueva York. He querido retener esa especie de sensación de ausencia para que esta semana entre en Esferas la energía de la Selenita.

   La energía de este cristal lleva semanas tocando la puerta de Esferas pero, por una u otra razón, ha tenido que dejar paso a otras historias. Hoy es su turno porque la energía que me ha unido a esta persona es precisamente la energía del rayo blanco y puro de la Selenita.

   La Selenita es un cristal de paz, y recoge la energía de momentos especiales en los que viejas almas se reconocen como hermanas. En este caso, una selenita nos unió hace unos cuantos años y otra selenita, hizo que hace unos meses nos encontráramos de nuevo. Hoy, en la distancia, esa misma energía blanca se ha manifestado para recordarme que siempre estaremos conectadas y que ese cordón luminoso que nos ha unido se mantendrá intacto.

   Para Esferas esta es la verdadera energía Selenita, la energía de la Paz y de la Conexión de Seres de Luz que vibran en la misma frecuencia.

   Hace poco leía que la selenita es como luz líquida que trabaja en el campo emocional, un espacio que ahora mismo no somos capaces de ver pero que existe entre la luz y la materia. Y es así, como debemos sentir a la selenita, una brisa de luz suave que va nutriendo cada célula y transformando nuestra vida poco a poco.

  El origen del nombre de este cristal  está vinculado a la Luna (Selene, diosa griega lunar), un espacio lejano a la Tierra pero que coincidencias o no de la vida, nos recuerda constantemente lo que hemos venido a hacer precisamente en este plano físico. Dicho en términos más espirituales, la selenita ayuda a anclar el cuerpo de luz a la vibración terrenal.

• La selenita posee una vibración muy delicada que aporta una gran  claridad mental. Es un mineral muy útil para la meditación y los trabajos espirituales.

• Cuando varias personas sostienen un cristal de selenita de alta vibración, se potencia la telepatía que hubiera entre ellas, creando y aumentando su conexión.

• Establece un puente para que las frecuencias más elevadas del espíritu puedan manifestarse en los planos más sutiles de la materia.

• Las barras de selenita o lápices de selenita sirven para desvincular entidades que hayan podido engancharse a nuestra aura, así como también prevenir  influencias externas sobre nuestra mente.

• Es extremadamente frágil ante  las emociones negativas

El reino de tu destino depende de ti: tú mismo eres su creador

(El Amante Cósmico, Paramahansa Yogananda)