Y viajaré más allá de las estrellas para encontrarme con mi destino…

   Dicen del cristal de esta semana que es piedra de dioses y diosas, y quizás tengamos que transformarnos en estos seres para empezar a comprender, en un primer contacto, su apariencia física. El lapislázuli se nos presenta como un cristal tejido de estrellas, de cometas y de nebulosas; de grandes espacios de azules intensos y profundos que nos colocan frente a una realidad cósmica fascinante.

   Para acceder al reino mágico del lapislázuli tenemos que pedir permiso a los seres que lo habitan. Son seres grandes, azules, poderosos, benévolos, con intensos ojos que ven más allá de lo que nosotros imaginamos. Estos seres siempre nos protegerán  sea cual sea en camino que decidamos tomar desde la puerta de acceso a su reino.

  El lapislázuli nos muestra nuestros últimos pensamientos para que seamos capaces de disolverlos y podamos seguir avanzando. Nadie nos guiará por este camino y nadie nos cuestionará, llegaremos hasta donde nosotros mismos nos demos permiso. Todo lo que buscamos estará disponible y esta piedra nos colocará  frente a nuestra inmensidad y tendremos que saber identificar realmente nuestra esencia.

   El viaje hacia el interior del lapislázuli nos ayudará a comprender cada paso que estamos dando dentro y fuera de su reino. Se abrirán nuevos accesos a su esencia azul que nos devolverá la confianza para seguir existiendo en la tierra y mantener los vínculos con los latidos del Universo. En esta fusión cohabitaremos con otros seres sin materia y nos acercaremos un poco más a nuestro origen.

• El lapislázuli es una gema adecuada para la introspección, ayuda en la integración de nuevos conocimientos, favorece la inspiración, ayuda a recordar los sueños y  desarrollar la imaginación creativa. Nos brinda la posibilidad de conectar con nuestra sabiduría interior.
• Piedra sagrada para antiguas civilizaciones y símbolo de grandeza.

Sólo cuando respiramos el vacío del Universo encontramos la línea que separa el cielo de la tierra…